¿Cómo Se Escribe 16?

Dicho de otra forma, detenerse en la cuestión de cómo se escribe un número, como es el caso del 16, puede funcionar como pauta que permita ir de lo particular hacia lo general. Es por esto que se puede aprovechar la pregunta de cómo se escribe 16 para interiorizarse en cuestiones básicas vinculadas a la construcción de la comunicación y a las normas y pautas sobre las que ésta se produce. A la hora de pensar en poner por escrito un número como el 16, es habitual que surjan ciertas dudas elementales. Una de ellas es si 16 se escribe con s o con c. El término “dieciséis” aporta una resolución rápida al interrogante. Sin embargo, es posible profundizar un poco más para que la respuesta sea más abarcativa. Es sabido que 6 se escribe las dos veces con s, por lo que su participación en la cifra 16 mantiene las mismas condiciones de ortografía. En cuanto a la primera parte de la palabra “dieciséis”, resulta útil observar que es allí donde se requiere la utilización de la c.

Algunos de los momentos por los que vivimos solo duran diez segundos. Instantes encapsulados en un salto al vacío: la sonrisa de una persona amada, un orgasmo o el cruce de una línea de meta. Para el hijo de la farmacéutica, uno de los protagonistas de Facendera, la vida transcurre en diez segundos cada domingo: es el tiempo que tardan los altavoces de su coche en alcanzar el máximo volumen, es el tiempo que tarda el jurado en medir el nivel de decibelios para declararlo ganador. Con la imagen de un coche tuneado en el descampado de un pueblo, es decir, con la metáfora de vivir para impresionar a los demás, de crear una bonita coraza para contarse a uno mismo, arranca Facendera, la primera novela de Óscar García Sierra (León, 1994), publicada el pasado mayo por Anagrama. García Sierra ya era conocido en el panorama literario español por Houston, yo soy el problema (Espasa, 2016), un poemario donde cristalizaron algunos de los temas que desarrolló como parte del grupo Los perros románticos, un espacio virtual que durante años sirvió como punto de reunión entre autores de España y América Latina como Luna Miguel, Martín Rangel, David Meza, María Yuste o Vicente Monroy, entre muchos otros.

Pero entonces apareció en el horizonte un concurso de Norma Editorial, y ambos decidieron presentarse con otro proyecto: Arashiyama. Arashiyama, una fábula inspirada en una leyenda japonesa, ganó el XII Concurso Manga de Norma Editorial, y su éxito sigue perdurando a día de hoy. El tiempo de los tres, por otra parte, es su última obra y, como la anterior, se desarrolla en un único tomo. A ello encuentra una razón el dibujante Dani Bermúdez, que explica que en Japón es todo muy distinto: la producción es “mastodóntica”; y las tiradas, “enormes”. También, a diferencia de aquí, el merchandising orbita alrededor de todas las obras. Pero, de la misma manera que a veces es inevitable trazar una comparación, también lo es poner en valor algo con lo que Japón jamás podrá competir. Fidel de Tovar y Dani Bermúdez lo tienen claro: “Un punto de vista diferente”. Por eso mismo, apostillan, “si nos ponemos a hacer adolescentes en un instituto japonés… no destacaríamos, hay que ofrecer algo diferente”.

Al menos uno de cada cuatro chicos se ha iniciado antes de los 13, parte de ellos, como ya he dicho, a los 8 años. ¿Y qué aprenden de la pornografía? No nos engañemos. El porno no es el que veíamos de jóvenes. Ahora es cada vez más violento. Y el 50% de jóvenes encuestados entre 16 y 30 años reconoce que después de consumir pornografía ha incrementado prácticas de riesgo como sexo sin preservativo, en grupo o violento. La pornografía puede fomentar la violencia sexual y la violencia contra la mujer. Existe evidencia de que los adolescentes que consumen pornografía violenta muestran seis veces más probabilidades de ser sexualmente agresivos en comparación con los que ven pornografía no violenta o no ven pornografía. La pornografía más dominante, popular y accesible -es decir, los vídeos que su hijo va a encontrar en internet- contiene mensajes y comportamientos sobre sexo, poder y placer que son profundamente problemáticos. En particular, la agresión física (bofetadas, asfixia, arcadas, tirones de cabello) y la agresión verbal, como los insultos, el sexo anal como castigo realizado con la intención de que las mujeres sufran…

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