Galaxia
El término “universo” se utiliza generalmente para designar el conjunto físicamente ordenado de todas las realidades materiales de la naturaleza. La etimología latina de la palabra alude a que el universo está constituido por muchas cosas diferentes, es decir, por un unum in diversis. Esto significa que el universo es una entidad colectiva o que engloba todas las cosas materiales existentes en la naturaleza. Esta noción no debe confundirse con la comprensión lógico-matemática de “el conjunto de todas las cosas”, que se obtiene por la simple extensión del concepto “cosa” mediante el operador cuantificador “todo” (es decir, todo). El concepto de universo no se limita a la lógica de la teoría de conjuntos. En consecuencia, no se somete a las conocidas paradojas de la idea de conjunto de todos los conjuntos (que se comprende y no se comprende a sí mismo). En otras palabras, el universo no es simplemente “el conjunto”, sino “el conjunto físicamente ordenado”, de modo que el acento se pone especialmente en el orden físico abierto (no, pues, un orden puramente lógico) que se observa en la naturaleza (este concepto se explicará más ampliamente en la sección II).
Cómo se creó el universo
Esto se conoce como la teoría del Big Bang. Durante casi un siglo, el término ha sido utilizado por académicos y no académicos por igual. No es de extrañar, ya que es la teoría más aceptada sobre nuestros orígenes. Pero, ¿qué significa exactamente? ¿Cómo se concibió nuestro Universo en una explosión masiva, qué pruebas hay de ello y qué dice la teoría sobre las proyecciones a largo plazo de nuestro Universo?
Los fundamentos de la teoría son bastante sencillos. En resumen, la hipótesis del Big Bang afirma que toda la materia actual y pasada del Universo surgió al mismo tiempo, hace aproximadamente 13.800 millones de años. En ese momento, toda la materia se compactó en una bola muy pequeña de densidad infinita y calor intenso llamada Singularidad. De repente, la Singularidad comenzó a expandirse, y el universo tal y como lo conocemos comenzó.
Trabajando hacia atrás desde el estado actual del Universo, los científicos han teorizado que debe haberse originado en un único punto de densidad infinita y tiempo finito que comenzó a expandirse. Tras la expansión inicial, la teoría sostiene que el Universo se enfrió lo suficiente como para permitir la formación de partículas subatómicas y, posteriormente, de átomos simples. Más tarde, gigantescas nubes de estos elementos primordiales se fusionaron gracias a la gravedad para formar estrellas y galaxias.
Materia oscura
UniversoLa imagen de campo ultraprofundo del Hubble muestra algunas de las galaxias más remotas visibles con la tecnología actual, cada una de ellas formada por miles de millones de estrellas. (Área aparente de la imagen alrededor de 1/79 de la de una luna llena)[1]Edad (dentro del modelo Lambda-CDM)13,799 ± 0,021 mil millones de años[2]DiámetroConocido.[3] Diámetro del universo observable: 8,8×1026 m (28,5 Gpc o 93 Gly)[4]Masa (materia ordinaria)Al menos 1053 kg[5]Densidad media (incluyendo la contribución de la energía)9,9 x 10-30 g/cm3[6]Temperatura media2. 72548 K (-270,4 °C o -454,8 °F)[7]Contenido principalMateria ordinaria (bariónica) (4,9%)Materia oscura (26,8%)Energía oscura (68,3%)[8]FormaPlana con un margen de error del 0,4%[9].
El universo (latín: universus) es todo el espacio y el tiempo[a] y su contenido,[10] incluyendo planetas, estrellas, galaxias y todas las demás formas de materia y energía. La teoría del Big Bang es la descripción cosmológica predominante del desarrollo del universo. Según esta teoría, el espacio y el tiempo surgieron juntos hace 13.787±0.020 millones de años,[11] y el universo ha estado expandiéndose desde el Big Bang. Aunque se desconoce el tamaño espacial de todo el universo,[3] es posible medir el tamaño del universo observable, que tiene un diámetro de aproximadamente 93.000 millones de años luz en la actualidad.
Exoplaneta
En 1981, muchos de los principales cosmólogos del mundo se reunieron en la Academia Pontificia de las Ciencias, un vestigio de los linajes acoplados de la ciencia y la teología situado en una elegante villa en los jardines del Vaticano. Stephen Hawking eligió el augusto escenario para presentar lo que más tarde consideraría su idea más importante: una propuesta sobre cómo el universo podría haber surgido de la nada.
La teoría del Big Bang tenía otros problemas. Los físicos entendían que un haz de energía en expansión se convertiría en un desorden arrugado en lugar del enorme y suave cosmos que observan los astrónomos modernos. En 1980, un año antes de la conferencia de Hawking, el cosmólogo Alan Guth se dio cuenta de que los problemas del Big Bang podían solucionarse con un añadido: un crecimiento inicial exponencial conocido como inflación cósmica, que habría hecho que el universo fuera enorme, liso y plano antes de que la gravedad tuviera la oportunidad de destrozarlo. La inflación se convirtió rápidamente en la principal teoría de nuestros orígenes cósmicos. Sin embargo, la cuestión de las condiciones iniciales seguía vigente: ¿Cuál fue el origen de la minúscula mancha que supuestamente se convirtió en nuestro cosmos, y de la energía potencial que la infló?