Don juan (byron)
Don Juan es el primer ejemplo de «hombre absurdo» de Albert Camus (en el capítulo del mismo nombre), con el que se refiere a alguien que vive con éxito con el absurdo a la vista (aunque cualquier noción de éxito carece en última instancia de sentido debido a la inevitabilidad de la muerte). Don Juan es un personaje que aparece en numerosas obras de literatura y arte (por ejemplo, la ópera) y es conocido sobre todo por su incomparable poder de seducción. Pasa de una mujer a otra sin vacilar, llevando una vida «cuantitativa» que Camus considera propia de alguien consciente de lo absurdo.
Las siguientes citas de El mito de Sísifo están escritas por Don Juan o se refieren a Don Juan. Para cada cita, también puedes ver los otros personajes y temas relacionados con ella (cada tema se indica con su propio punto e icono, como éste:
Si bastara amar, las cosas serían demasiado fáciles. Cuanto más se ama, más se fortalece el absurdo. No es por falta de amor que Don Juan va de mujer en mujer. Es ridículo representarlo como un místico en busca del amor total. Pero es efectivamente porque las ama con la misma pasión y cada vez con todo su ser que debe repetir su don y su búsqueda profunda. De ahí que cada mujer espere darle lo que nadie le ha dado jamás. Cada vez se equivocan por completo y sólo consiguen hacerle sentir la necesidad de esa repetición. «Por fin», exclama una de ellas, «te he dado amor». ¿Podemos sorprendernos de que Don Juan se ría de esto? «¿Por fin? No», dice, «sino una vez más». ¿Por qué ha de ser imprescindible amar poco para amar mucho?
Don juan casanova
Don Juan (en español: [doŋ ˈxwan]), también conocido como Don Giovanni (en italiano), es un legendario libertino español de ficción que dedica su vida a seducir mujeres. Entre las versiones célebres de la historia figuran una obra teatral del siglo XVII, El burlador de Sevilla y convidado de piedra, de Tirso de Molina, una ópera de 1787, Don Giovanni, con música de Mozart y libreto de Lorenzo da Ponte, y un poema épico satírico, Don Juan, de Lord Byron.
En español, se pronuncia [doŋˈxwan]. La pronunciación inglesa habitual es /ˌdɒnˈwɑːn/, con dos sílabas y una «J» muda, pero hoy en día, a medida que más angloparlantes tienen nociones de español, la pronunciación /ˌdɒnˈhwɑːn/ es cada vez más común. Sin embargo, en la versión en verso de Lord Byron el nombre rima con ruin and true one, lo que sugiere que el nombre se pronunciaba con tres sílabas, posiblemente /ˌdɒnˈʒuːən/ o /ˌdɒnˈdʒuːən/, en la Inglaterra de la época. [Esto habría sido característico de los precedentes literarios ingleses, donde a menudo se imponían pronunciaciones inglesas a nombres españoles, como Don Quijote /ˌdɒnˈkwɪksət/.
Personajes de Don juan
Don Juan se considera hoy en día la obra cumbre de Byron y su mejor poema largo. A diferencia de la satánica autodramatización que fue la fuente de su fama en el siglo XIX, en Manfred y Childe Harold’s Pilgrimage especialmente, Don Juan muestra a Byron en su momento más consciente de sí mismo, y la voz del poema está muy cerca de la voz de sus cartas. De hecho, en una de esas cartas, dirigida a su amigo Douglas Kinnaird, su expresión de autocomplacencia con los dos primeros cantos capta perfectamente esa voz: «En cuanto a Don Juan, confiesa, confiesa -perro y sé sincero- que es lo más sublime de ese tipo de escritura: puede ser obsceno, pero ¿no es buen inglés? Puede ser derrochador, pero ¿no es la vida, no es la cosa? ¿Podría haberla escrito alguien que no haya vivido en el mundo, en un coche de caballos, en una góndola, contra una pared, en un carruaje de la corte, en un vis a vis, sobre una mesa y debajo de ella?
El poema está lleno de vitalidad, pero como en todas partes en la vitalidad de Byron, es una respuesta a una visión intensamente pesimista de la vida y del mundo. Las energías de Byron, como señaló el ensayista William Hazlitt en una reseña de Don Juan escrita días antes de la muerte de Byron, se dirigen contra la desgana y la desesperación que, de otro modo, le arrastrarían. Hazlitt reconocía la habilidad de Byron, pero le reprochaba que utilizara esa habilidad sólo para escandalizar, como pensaba Hazlitt. Escritos poderosos y apasionantes dan paso a momentos de repentina e hilarante deflación, y Hazlitt se quejaba de que esto significaba que Byron utilizaba los momentos poderosos sólo paródicamente, en lugar de con una intención poética ambiciosa.
Don juan poema análisis
1La historia de las influencias literarias rara vez es unidireccional y convenientemente nítida, y cuanto más universales sean el tema, el autor y la obra, y cuanto más rica sea su trayectoria como referentes y modelos en el contexto de diferentes tradiciones y géneros nacionales, más enmarañada será dicha historia. Las narraciones críticas sobre el desarrollo de los géneros característicos del siglo XIX no pueden eludir un reconocimiento honesto de la complejidad de la red de influencias que forman parte integrante de la formación y el establecimiento de tales géneros. Baste recordar las palabras de Michael R. Booth sobre el melodrama en Inglaterra y Francia, y su énfasis en cómo los géneros y las literaturas nacionales se entrelazan, hasta el punto de que el melodrama, que es un concepto clave en el drama del siglo XIX, aparece como el resultado de remolinos de idas y venidas a través del Canal y a través de los géneros en ambas orillas, lo que impide a los críticos adoptar una fórmula simplista de «A es el resultado de B» que pueda aplicarse cómodamente al melodrama inglés o al francés: