El universo no es real

¿Es la realidad real? El argumento de la simulación

(Crédito de la imagen: Shutterstock) (se abre en una nueva pestaña)En el principio, había… bueno, tal vez no había principio. La realidad tiene muchas cosas que la mayoría de la gente asocia con la ciencia ficción o incluso con la fantasía”, dice Bruno Bento, físico que estudia la naturaleza del tiempo en la Universidad de Liverpool (Reino Unido). Según esta teoría, en algún nivel existe una unidad fundamental de espacio-tiempo.  Bento y sus colaboradores utilizaron este enfoque de conjuntos causales para explorar el principio del universo. Descubrieron que es posible que el universo no haya tenido un principio, que siempre haya existido en el pasado infinito y que sólo haya evolucionado recientemente hacia lo que llamamos el Big Bang.Relacionado:

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La interpretación dominante de la función de onda cuántica la considera real, como parte del mobiliario físico del universo. Algunos llegan incluso a sostener que todo el universo es una función de onda cuántica. Pero esta interpretación tropieza con varios problemas, entre ellos el choque con la teoría de la relatividad de Einstein. El ganador del premio Karl Popper, Eddy Keming Chen, sugiere que interpretemos la función de onda como la base de una ley de la naturaleza que describe cómo se mueven las partículas, los campos y los objetos ordinarios en el espacio y el tiempo. De este modo, se resuelven varios enigmas en torno a la mecánica cuántica.    Créame si le digo que es fácil amar la mecánica cuántica -las reglas fundamentales que describen nuestro mundo físico, empezando por el nivel microscópico-, pero es difícil interpretar de qué se trata realmente. La mecánica cuántica es indudablemente útil como algoritmo para predecir los resultados de los experimentos y ha dado lugar a muchas innovaciones tecnológicas, desde las resonancias magnéticas hasta los semiconductores. Pero cuando se trata de saber qué nos dice la mecánica cuántica sobre la naturaleza de la realidad física, las cosas se complican rápidamente. ¿Realmente revela la mecánica cuántica lo que existe en el nivel fundamental del universo?

El universo no tiene centro y tú no estás ahí

Para la mayoría de la gente, la respuesta intuitiva a todas estas preguntas es “sí”. Después de todo, las películas de Matrix describen una pesadilla distópica en la que la humanidad ha sido esclavizada por máquinas siniestras. ¿Cómo pensar si no en la revelación de que la “realidad” no es nada de lo que parece? Para el filósofo David Chalmers, sin embargo, nada de esto se deduce necesariamente. No importa cuál sea el estatus de tu realidad, sugiere, tus pensamientos y experiencias siguen siendo tan reales como se puede. Y el valor y el propósito de tu vida tampoco se ven afectados. De hecho, como dice Chalmers sin rodeos en su nuevo libro, Reality+: Los mundos virtuales y los problemas de la filosofía: “Las simulaciones no son ilusiones. Los mundos virtuales son reales. Los objetos virtuales existen de verdad”. Y cuanto antes nos acostumbremos a estas ideas, antes podremos comprender algunas de las tensiones más profundas de la era digital.

Chalmers no empezó queriendo ser filósofo. Cuando crecía en Australia en los años 70, se identificaba más con las matemáticas que con la filosofía. También leía mucha ciencia ficción y, cuando terminó la carrera de matemáticas y pasó seis meses viajando por Europa, se encontró pensando obsesivamente en la ciencia de la mente. ¿Cómo es posible que algo tan extraordinario como la conciencia forme parte del mundo físico? Contemplar la realidad puede llevarnos por caminos alucinantes (Crédito: Getty Images)Lo que ocurre con la ciencia ficción y los experimentos mentales, me dijo Chalmers cuando hablamos a finales de 2021, es que “no sólo ilustran un problema filosófico, sino que te dan un impulso para resolverlo”. Y fue el ímpetu de su fascinación por la conciencia lo que le llevó, a mitad de la carrera de matemáticas en Oxford, a escribir algunas de las ideas que le rondaban por la cabeza y a enviárselas a Douglas Hofstadter -uno de los investigadores más reconocidos del mundo en ciencia cognitiva- a la Universidad de Indiana. Hofstadter le respondió. “¿Por qué no vienes a Indiana y trabajas conmigo?”. Chalmers recuerda que le sugirió. “Aquí hay un grupo de gente que piensa en todo lo que hay bajo el sol: filosofía, inteligencia artificial, ciencia cognitiva, humor, creatividad. Pensé, eso suena fantástico. Así que acabé dejando Oxford y yendo a Indiana”.

Una delgada hoja de realidad: El universo como holograma

Ambas teorías funcionan muy bien por sí mismas, pero se cree que entran en conflicto. Aunque la naturaleza exacta del conflicto es controvertida, los científicos suelen estar de acuerdo en que ambas teorías deben ser sustituidas por una nueva, más general.

Los físicos quieren elaborar una teoría de la “gravedad cuántica” que sustituya a la relatividad general y a la mecánica cuántica, pero que recoja el extraordinario éxito de ambas. Una teoría de este tipo explicaría cómo funciona el panorama general de la gravedad a la escala en miniatura de las partículas.

Sin embargo, la teoría de cuerdas se enfrenta a otra dificultad. Las teorías de cuerdas ofrecen una serie de modelos que describen un universo muy parecido al nuestro, y en realidad no hacen ninguna predicción clara que pueda ponerse a prueba mediante experimentos para averiguar qué modelo es el correcto.

Toda nuestra vida se construye en torno al tiempo. Planificamos el futuro a la luz de lo que sabemos del pasado. Responsabilizamos moralmente a las personas por sus acciones pasadas, con la intención de reprenderlas más adelante.