Exposición de Sevilla 1929
Con motivo de la Expo ’92, Sevilla puso a disposición del evento del año 215 hectáreas. A pesar de ser uno de los recintos mejor conservados y mejor aprovechados para una exposición universal, no cabe duda de que parte de su extensión se ha convertido en ruinas. Al término de la Exposición Universal, las infraestructuras han tenido distintos finales, siendo desmanteladas o demolidas por su propia construcción efímera. Pero a pesar de todas las vicisitudes, aún se conservan 32 de los 102 pabellones.
El Pabellón de la Navegación funciona como museo de la navegación y su entorno ha sufrido grandes modificaciones urbanísticas, con edificios tan relevantes como la Torre Pelli y el Caixa Forum, así como zonas ajardinadas a lo largo de la ribera del río Guadalquivir.
Pabellón de Marruecos. Es uno de los mejor conservados. Fue construido como edificio permanente por el rey Hassan II. Al finalizar la Expo fue cedido al Estado. Actualmente es la sede de la Fundación Tres Culturas.
Pabellón de Hungría. Es uno de los pabellones que ha sido declarado Sitio de Valor Turístico. Este espacio constaba de siete torres que representaban las siete religiones del país. Se restauró y se creó un pequeño museo: el «Pabellón de la Energía Viva». Finalmente se cerró.
Expo 2000
A poca distancia de las estrechas calles medievales de Sevilla, se encuentra un barrio salpicado de vestigios decadentes de su futurista feria mundial. Intercalados con sedes de empresas científicas y tecnológicas y algún que otro edificio gubernamental, los oxidados recuerdos de la exposición ofrecen una conmovedora yuxtaposición entre lo viejo y lo nuevo.
Organizada 500 años después del desembarco de Colón en las costas del Nuevo Mundo, la Exposición Universal de Sevilla (conocida como Expo ’92) tenía como tema «La era de los descubrimientos». Más de 100 naciones participaron en el evento, que atrajo a más de 40 millones de visitantes al recinto de 215 hectáreas.
Aunque muchos de los pabellones fueron demolidos tras la clausura de la feria, algunas estructuras se dejaron deteriorar lentamente con el tiempo. Todavía es posible admirar sus antiguos elementos, como un globo terráqueo geodésico, un casco de cohete construido a escala 1:1 y un colorido obelisco conocido como la Torre de Europa. Un canal que antaño desembocaba en un lago artificial corre ahora seco, reseco y cubierto de hierba amarillenta.
Expo ’70
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La Expo ’92 de Sevilla fue una exposición universal que tuvo lugar del lunes 20 de abril al lunes 12 de octubre de 1992 en la Isla de La Cartuja, Sevilla, España. El tema de la Expo fue «La era de los descubrimientos», celebrando el 500º aniversario de la llegada de Cristóbal Colón a las Américas tras zarpar desde el puerto de Sevilla (en el Guadalquivir), y en ella estuvieron representados más de 100 países. La superficie total utilizada para la Expo fue de 215 hectáreas y el número total de visitantes fue de 41.814.571 (según la página web del Bureau International des Expositions (BIE) [1]). La exposición se celebró al mismo tiempo que la más pequeña y de menor duración, Génova Expo ’92, una Exposición Especializada, celebrada en la ciudad natal de Cristóbal Colón.
Expo 92
PARA LA EXPOSICIÓN UNIVERSAL DE 1992< Volver a la cartera La historia de las exposiciones mundiales demuestra que la mayoría de ellas han dejado ruinas: carreteras, edificios, puentes, monorraíles, etc. El proyecto fue concebido para responder a las necesidades urbanísticas de Sevilla después de 1992. Este proyecto, que abarca varios cientos de hectáreas de una isla en el río Guadalquivir, ganó el Primer Premio en un concurso por invitación por su solución única a este problema.
El plan maestro propone tres grandes lagunas donde se desarrolla la mayor parte de la actividad. Todos los pabellones de la exposición son flotantes. Una vez terminada la exposición, pueden retirarse, dejando sólo un magnífico parque ajardinado que pertenecería a la ciudad mucho después de que la exposición haya desaparecido.
Con este telón de fondo, los únicos edificios erigidos son los que, en última instancia, se convertirán en un centro administrativo muy necesario para la Universidad de Sevilla. El agua simboliza el indispensable enlace de comunicaciones entre España y el Nuevo Mundo. Los terrenos están refrescados por numerosos árboles de sombra y por la niebla de agua fría que se dispensa desde pérgolas situadas a gran altura.