Reflexión evangélica para la fiesta de Nuestro Señor Jesucristo, Rey
«Si a Cristo nuestro Señor se le ha dado todo el poder en el cielo y en la tierra; si todos los hombres, comprados por su preciosa sangre, están por un nuevo derecho sometidos a su dominio; si este poder abarca a todos los hombres, debe quedar claro que ninguna de nuestras facultades está exenta de su imperio. Debe reinar en nuestras mentes, que deben asentir con perfecta sumisión y firme creencia a las verdades reveladas y a las doctrinas de Cristo. Debe reinar en nuestras voluntades, que deben obedecer las leyes y los preceptos de Dios. Debe reinar en nuestros corazones, que deben despreciar los deseos naturales y amar a Dios sobre todas las cosas, y adherirse sólo a Él». (Quas Primas, Papa Pío XI)
Solemnidad de Cristo Rey
La fiesta de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo, clausura el año de la Iglesia y nos llama a celebrar de nuevo la victoria de Jesús sobre el sufrimiento y la muerte. Como siervos, ofrecemos todo lo que somos y le invitamos a reinar en nuestros corazones, para que podamos desempeñar nuestro papel en la tarea de llevar la verdad, el amor, la justicia y la paz de Dios al mundo.
Previendo la venida de Jesús, la primera lectura describe la visión de Daniel de un «hijo del hombre» que viene sobre las nubes del cielo para ser coronado como Rey, con soberanía eterna, gobernando un imperio que nunca será destruido. Su gloria es tal que personas de todas las naciones y lenguas se convierten en sus servidores.
También en la segunda lectura se describe a Jesús como que viene sobre las nubes y como soberano de los reyes de la tierra. La profundidad de su amor por nosotros se ha manifestado en su sacrificio en la cruz, y nos acerca cada vez más al Dios que es, que era y que ha de venir.
En el Evangelio, asistimos a la escena en la que Pilato pregunta a Jesús: «¿Eres tú el Rey de los judíos? En su respuesta, Jesús habla de un reino en el que los que buscan la verdad escuchan su voz y siguen sus caminos.
¿Qué es la fiesta de Cristo Rey?
La fiesta de «Cristo Rey» se estableció por primera vez en 1925, y el Papa San Pablo VI amplió su nombre a «Rey del Universo» en 1969. Jesús no es sólo un Rey de Corazones. Es más que un entrenador universal, un maestro o un consolador de la humanidad. Con «Rey del Universo» la Iglesia está comunicando la escala metafísica de Jesús, que Dios abarca toda la realidad, no sólo la del hombre. En el Credo de Nicea decimos que Dios creó todas las cosas visibles e invisibles. Así que Jesús es Rey sobre todos los planetas, estrellas, agujeros negros, cuásares y soles que explotan en los rincones más negros del espacio remoto. Él es el Rey de la tierra y de todas sus cascadas, bosques tropicales, picos de montañas, llanuras desérticas y oscuros fondos marinos. Él se enseñorea de toda la creación porque es su fuente. Santo Tomás de Aquino enseñó correctamente cuando escribió que Dios no es el ser más perfecto dentro de la creación, sino el Ser mismo. Dios es la realidad, no sólo el ser más impresionante que habita la burbuja de la realidad.
Cristo Rey, Tu soberanía sobre toda la creación no es pesada. Ordenas toda la realidad hacia Ti y gobiernas a tus criaturas con justicia y humildad. Ayúdanos a ser fieles y sumisos a lo que Tú deseas, para que podamos vivir un día en Tu reino celestial.
Solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo
El último domingo del año litúrgico, la Iglesia celebra la Solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo. Este recurso pretende ser una herramienta didáctica sobre la historia de la fiesta y su importancia en el mundo actual.
Hechos de fe es una gran herramienta de evangelización y enseñanza para su parroquia o escuela. Con enfoques sobre la historia de la Iglesia, la teología, los santos, las fiestas y las estaciones, estos breves documentos pueden ayudar a responder muchas preguntas en su comunidad. Este material también puede incluirse en boletines, en páginas web o utilizarse en las redes sociales.