Electromagnetismo
Las Siete Fuerzas del Universo son las energías cósmicas primordiales de las que surgen todos los multiversos del vacío. Nacidas de la Fuente y reunidas por una Mano Invisible, estas energías se reúnen en torno a dos polos: uno positivo y otro negativo.
Las Siete Fuerzas del Universo son las energías cósmicas primordiales de las que surgen todos los multiversos del vacío. Nacidas de la Fuente y reunidas por una Mano Invisible, estas energías se reúnen en torno a dos polos: uno positivo y otro negativo.
En el polo positivo se encuentra la Energía Anticrisis, las fuerzas de la justicia que vinculan a todos los seres entre sí y con su pasado, recordándoles que forman parte de una misma historia generacional[1]. Cada una de estas energías es esencial para el buen funcionamiento del Multiverso, con todos sus elementos operando en armonía entre sí, ya que una asegura los movimientos, otra los sentimientos y otra la magia, etc.[2] La Energía Anticrisis fue confiada a “Las Manos”, un grupo de seres supercelestiales a los que se les encomendó la tarea de hacer nacer Multiversos utilizando sus energías positivas internas. Con la expulsión de la Energía Anticrisis y la creación de su Multiverso, cada uno de los miembros de Las Manos pasaría a mejor vida, dando su vida para crear una nueva[1].
Interacción débil
Las teorías y descubrimientos de miles de físicos desde la década de 1930 han dado lugar a una notable comprensión de la estructura fundamental de la materia: se ha descubierto que todo en el universo está hecho de unos pocos bloques básicos llamados partículas fundamentales, gobernados por cuatro fuerzas fundamentales. El Modelo Estándar de la Física de Partículas es la mejor forma de entender cómo se relacionan estas partículas y tres de las fuerzas. Desarrollado a principios de la década de 1970, ha explicado con éxito casi todos los resultados experimentales y ha predicho con precisión una gran variedad de fenómenos. Con el tiempo y a través de muchos experimentos, el Modelo Estándar se ha establecido como una teoría física bien probada.
Toda la materia que nos rodea está formada por partículas elementales, los componentes básicos de la materia. Estas partículas se presentan en dos tipos básicos llamados quarks y leptones. Cada grupo está formado por seis partículas, que se relacionan por pares o “generaciones”. Las partículas más ligeras y estables constituyen la primera generación, mientras que las más pesadas y menos estables pertenecen a la segunda y tercera. Toda la materia estable del universo está formada por partículas que pertenecen a la primera generación; cualquier partícula más pesada decae rápidamente en otras más estables. Los seis quarks están emparejados en tres generaciones: el “quark up” y el “quark down” forman la primera generación, seguidos por el “quark charm” y el “quark extraño”, y luego el “quark top” y el “quark bottom (o belleza)”. Los quarks también se presentan en tres “colores” diferentes y sólo se mezclan para formar objetos incoloros. Los seis leptones están dispuestos de forma similar en tres generaciones: el “electrón” y el “neutrino del electrón”, el “muón” y el “neutrino del muón”, y el “tau” y el “neutrino tau”. El electrón, el muón y el tau tienen una carga eléctrica y una masa considerable, mientras que los neutrinos son eléctricamente neutros y tienen muy poca masa.
Qué son las fuerzas de la naturaleza
El océano es uno de los mayores ecosistemas de nuestro planeta. Para un científico que estudiaba el color del océano en el Centro Goddard de Vuelos Espaciales de la NASA en Greenbelt (Maryland), había una pregunta más: ¿a qué suena? En poco tiempo nació una “experiencia sinfónica del océano”, combinando imágenes de satélite, datos sobre el color del océano y conocimientos de programación. Más información sobre cómo se convierten los datos en música y sonido aquí:Este Día Mundial de los Océanos, disfruta de un recorrido por el océano con sonido. Aquí: Sonidos del mar
Fuerza fuerte frente a fuerza débil
Los físicos han rastreado tres de las cuatro fuerzas de la naturaleza -la fuerza electromagnética y las fuerzas nucleares fuerte y débil- hasta sus orígenes en las partículas cuánticas. Pero la cuarta fuerza fundamental, la gravedad, es diferente.
Nuestro marco actual de comprensión de la gravedad, ideado hace un siglo por Albert Einstein, nos dice que las manzanas caen de los árboles y los planetas orbitan las estrellas porque se mueven a lo largo de curvas en el continuo espacio-tiempo. Estas curvas son la gravedad. Según Einstein, la gravedad es una característica del medio espacio-tiempo; las demás fuerzas de la naturaleza actúan en ese escenario.
Pero cerca del centro de un agujero negro o en los primeros momentos del universo, las ecuaciones de Einstein se rompen. Los físicos necesitan una imagen más verdadera de la gravedad para describir con precisión estos extremos. Esta teoría más verdadera debe hacer las mismas predicciones que hacen las ecuaciones de Einstein en todos los demás lugares.
Los físicos piensan que en esta teoría más verdadera, la gravedad debe tener una forma cuántica, como las demás fuerzas de la naturaleza. Los investigadores llevan buscando la teoría cuántica de la gravedad desde la década de 1930. Han encontrado ideas candidatas -sobre todo la teoría de cuerdas, que dice que la gravedad y todos los demás fenómenos surgen de minúsculas cuerdas que vibran-, pero hasta ahora estas posibilidades siguen siendo conjeturales y no se comprenden del todo. Una teoría cuántica de la gravedad que funcione es quizá el objetivo más elevado de la física actual.