Grandes enigmas del universo

Misterios del universo

Desde su lanzamiento en 1990, el Hubble ha cambiado para siempre nuestra idea de cómo es el universo. No viaja hasta las estrellas, los planetas o las galaxias, sino que los fotografía mientras gira alrededor de la Tierra a unas 17.000 mph.

El Observatorio de Rayos X Chandra permite a científicos de todo el mundo obtener imágenes de rayos X de entornos exóticos para ayudar a comprender la estructura y evolución del universo. Los rayos X se producen cuando la materia se calienta a millones de grados. Los telescopios de rayos X también pueden rastrear el gas caliente de una estrella en explosión o detectar los rayos X de la materia que se arremolina a tan sólo 90 kilómetros del horizonte de sucesos de un agujero negro estelar.

El satélite Wilkinson Microwave Anisotropy Probe (WMAP) proporcionó datos que permitieron a los astrónomos calcular con precisión la edad del universo en 13.770 millones de años y determinar que los átomos constituyen sólo el 4,6% del universo, siendo el resto materia oscura y energía oscura. Gracias a telescopios como el Hubble y el Spitzer, los científicos también saben ahora a qué velocidad se expande el universo.

Libro Misterios del universo

Para investigar algunos de los mayores misterios de la ciencia, hay que aventurarse en lugares bastante lejanos: el fondo de los océanos, el interior del cerebro humano, la cima de las montañas e incluso el fin de los tiempos.

Al explorar estas historias, hemos aprendido algunas de las sorprendentes razones por las que los grandes misterios científicos pueden permanecer sin resolver durante años o incluso décadas: Algunos se deben a los límites de la tecnología, otros a fallos humanos. En cualquier caso, trabajar en Inexplicable nos ha recordado que hay esperanza en una pregunta. ¿Por qué plantearse una si no se cree que la respuesta sea posible?

Es una pregunta sencilla que también está desconcertantemente sin respuesta: ¿Qué forma el universo? Resulta que todas las estrellas de todas las galaxias del universo apenas dan cuenta de todo lo que hay ahí fuera. La mayor parte de la materia del universo es invisible, intocable y, hasta la fecha, desconocida. Se llama materia oscura y, a pesar de llevar décadas buscándola, los científicos aún no tienen ni idea de lo que es.

A medida que uno se sumerge en el océano, la luz del sol brilla cada vez menos y, a unos 200 metros bajo la superficie, se llega a una zona llamada “zona crepuscular”. La luz solar desaparece casi por completo, y nuestros conocimientos sobre estas oscuras profundidades también se desvanecen.

Misterios del universo divertidos

El Dr. Paul Francis arroja luz sobre algunos de los grandes interrogantes de la vida en esta nueva serie web: Los mayores misterios sin resolver del Universo.  En este segundo episodio, aborda la cuestión del destino final del Universo.

Cada episodio explora un misterio en profundidad, de forma accesible y desenfadada. El Dr. Francis también se adentrará en algunos de los comentarios dejados en su vídeo anterior para responder a los misterios de algunos espectadores. Si tiene un misterio universal que le gustaría que Paul analizara, déjelo como comentario en este vídeo. Paul elegirá algunos para analizarlos a lo largo de la serie. La serie se basa en una conferencia pública impartida en 2010, también titulada “Los mayores misterios sin resolver del Universo”.

El mayor secreto del universo

Las diferencias entre los planetas de nuestro sistema solar no tienen una explicación fácil, y los científicos estudian cómo se forman los planetas con la esperanza de comprender mejor las características únicas de nuestro sistema solar.

De hecho, algunos astrónomos afirman que esta investigación podría verse impulsada por la búsqueda de mundos extraterrestres, sobre todo si surgen patrones en sus observaciones de sistemas planetarios extrasolares.SIGUIENTE: La corona solar¿Por qué es tan caliente la corona solar? NASA/SDO/AIA La corona del Sol es su atmósfera exterior ultra caliente, donde las temperaturas pueden alcanzar la asombrosa cifra de 6 millones de grados Celsius (10,8 millones de grados Fahrenheit). Los físicos solares han estado desconcertados sobre cómo el Sol recalienta su corona, pero la investigación apunta a un vínculo entre la energía bajo la superficie visible y los procesos en el campo magnético del Sol. Sin embargo, aún se desconocen los mecanismos detallados del calentamiento de la corona.