Legado universal y legado residual
En una situación transfronteriza, un testamento es, en principio, válido en Bélgica si se ajusta a la ley del lugar en el que se hizo (de acuerdo con el principio “locus regit actum”) o a una de las otras leyes especificadas en el Convenio de La Haya de 5 de octubre de 1961.
El notario ante el que se hace un testamento público o internacional, o ante el que se presenta un testamento ológrafo, tiene la obligación de inscribir el testamento en el registro central de testamentos, administrado por la Federación Real del Notariado belga (Fédération Royale du Notariat belge/Koninkljke Federatie van het Belgisch Notariaat). Los testadores que otorgan un testamento ológrafo ante un notario pueden renunciar a que su testamento se inscriba en el registro.
El derecho belga aplica el principio de la porción reservada, según el cual es obligatorio que una parte mínima de la herencia (una porción reservada) vaya a parar al cónyuge superviviente, a los hijos o al padre y la madre del fallecido, según el caso.
En el caso de los hijos (o descendientes), la parte reservada es la mitad de la herencia cuando hay un hijo, dos tercios cuando hay dos hijos y tres cuartos cuando hay tres hijos o más.
Significado del legado universal
El objeto de este recurso es la inscripción de determinadas fincas calificadas como reservadas por la ley. Marcelina Edroso solicitó la inscripción y expedición del título de propiedad de dos parcelas situadas en el término municipal de Pagsanjan, provincia de Laguna, una de 1 hectárea 77 áreas y 63 céntimos, y la otra de 1 hectárea 6 áreas y 26 céntimos. Se presentaron dos demandas, una por cada parcela, pero ambas fueron atendidas y resueltas en una sola sentencia.
Marcelina Edroso estuvo casada con Victoriano Sablan hasta su muerte el 22 de septiembre de 1882. En este matrimonio tuvieron un hijo llamado Pedro, que nació el 1 de agosto de 1881, y que a la muerte de su padre heredó dichas dos parcelas. Pedro también falleció el 15 de julio de 1902, soltero y sin descendencia y por este fallecimiento las dos parcelas pasaron por herencia a su madre, Marcelina Edroso. De ahí el título hereditario en el que se basa la solicitud de inscripción de su propiedad.
Dos hermanos legítimos de Victoriano Sablan -es decir, dos tíos germanos de Pedro Sablan- se personaron en la causa para oponerse a la inscripción, alegando una de dos cosas: O que se deniegue la inscripción, “o que si se le concede el derecho reservado por la ley a los opositores se haga constar en la inscripción de cada parcela.” (B. de E., 11, 12.)
Legado vs. heredero
En Malta, el patrimonio de una persona fallecida (en lo sucesivo denominada “testador”) se transmite por herencia, ya sea mediante la disposición expresa de la persona en forma de testamento, o a través de modos de disposición predeterminados por la ley en caso de ausencia de testamento[1] Este artículo no abordará el concepto de “fideicomiso”, que es en sí mismo otro método a través del cual los bienes de una persona fallecida pueden transmitirse a los beneficiarios.
Un marido y una mujer pueden redactar un testamento en un mismo instrumento, lo que se conoce comúnmente como testamento unica charta. Salvo esta excepción, no es posible que dos o más personas redacten un testamento en el mismo instrumento, ya sea en beneficio de un tercero o en beneficio mutuo[6].
El primer caso en el que se acepta un testamento de este tipo es cuando se han interrumpido las comunicaciones por orden de la autoridad pública. En este caso, el testamento puede ser recibido por escrito por un juez, un magistrado, un notario o un párroco u otro eclesiástico del orden sagrado, en presencia de dos testigos. Este testamento se archiva posteriormente en el tribunal de jurisdicción voluntaria y tiene una validez de hasta dos meses a partir del restablecimiento de la comunicación con el testador[7].
Sucesor particular
Los testamentos ológrafos tienen la ventaja de la simplicidad. Su desventaja es que pueden ser redactados por el testador sin que nadie se entere de su existencia. En consecuencia, el testamento puede no ser encontrado después de la muerte del testador.
También existe el riesgo de falsificación o destrucción. Además, un testamento ológrafo puede no ser válido si es ilegible, ambiguo o incompleto. A este respecto, cabe señalar que incluso una fecha incorrecta en un testamento ológrafo podría hacer que fuera nulo. También podría ser invalidado por un defecto material.
El testador puede asegurarse de que se conozca la existencia del testamento ológrafo comunicándoselo a una persona de su confianza o, previo pago de una tasa, puede hacer que se inscriban los principales datos del testamento (como el nombre y la dirección del testador y el lugar donde se ha presentado el testamento) en el registro central de testamentos. El registro es una base de datos mantenida por el Departamento de Registro de la Propiedad y de los Dominios (Administration de l’Enregistrement et des Domaines) (véase también más abajo).