Himno universidad de chile

René Amengual – Transparencias

Las autoridades gubernamentales han destacado la importancia de la radio en la historia de Chile. Comenzó con la primera emisión realizada en un estudio improvisado instalado en la Casa Central de la Universidad de Chile.

El 19 de agosto de 1922, un joven agrónomo llamado Enrique Sazié y el profesor de ingeniería eléctrica, Arturo Salazar, se reunieron en la Casa Central de la Universidad de Chile, ubicada en la Alameda de Santiago, con el objetivo de realizar una prueba que cambiaría las telecomunicaciones en nuestro país.

– El programa se abrió explicando que estaban transmitiendo desde un “estudio” ubicado en la universidad, y continuó con música de violín interpretada por Enrique Cabré y Norberto García. Siguió la lectura de un texto de actualidad política a cargo del periodista y escritor Rafael Maluenda, que se convirtió así en el primer locutor de radio chileno. Luego hubo un número musical, las noticias del día, el Himno de Yungay y, finalmente, una despedida de “buenas noches”.

– Así es; varios de los presentes creyeron que la voz que escuchaban provenía de detrás de una cortina de la sala. Por ello, Sazié les invitó a comprobar la zona y a ir a la universidad para ver los equipos de emisión.

“mo ghile mear” – canción gaélica irlandesa

We Shall Not Be Moved: The Trail Blazed by a Song from the U.S. South to Spain and South America detalla la historia de “We Shall Not Be Moved” desde su nacimiento como espiritual de los esclavos en el sur de los Estados Unidos y su posterior adopción como himno estándar por parte de los movimientos obreros, de derechos civiles y de trabajadores agrícolas de Estados Unidos, hasta su canto en el movimiento estudiantil de oposición a la dictadura de Franco en España en la década de 1960, y finalmente su llegada al país sudamericano de Chile durante su experimento con el socialismo democrático a principios de la década de 1970. El libro describe el papel que la canción ha desempeñado en cada uno de los movimientos en los que se ha cantado y analiza su difusión, función y significado a través de diferentes lentes sociológicas y antropológicas.

El Proyecto MUSE promueve la creación y difusión de recursos esenciales de humanidades y ciencias sociales a través de la colaboración con bibliotecas, editoriales y académicos de todo el mundo. Forjado a partir de una asociación entre una editorial universitaria y una biblioteca, el Proyecto MUSE es una parte de confianza de la comunidad académica y erudita a la que sirve.

En casa con The Heritage Singers

La Nueva canción chilena fue un movimiento y un género de música chilena que incorporaba fuertes temas políticos y sociales, tomando influencias de la música tradicional o folclórica de Chile. El movimiento se extendió por toda América Latina durante los años 60 y 70, en lo que se denomina “Nueva canción”, provocando la renovación de la música folclórica tradicional y desempeñando un papel clave en los movimientos políticos de la región.

El rechazo a la influencia extranjera en la cultura chilena, en particular la estadounidense, estimuló aún más el movimiento, ya que buscaba crear un sentido de identidad nacional chilena[7] En la inauguración del Festival de la Nueva Canción Chilena en 1969 en Santiago -la primera vez que el movimiento recibió ese nombre- el rector de la Universidad Católica, Fernando Castillo, dijo:

“Quizás la canción popular es el arte que mejor define a una comunidad. Pero últimamente en nuestro país estamos viviendo una realidad que no es la nuestra… Nuestro propósito hoy aquí es buscar una expresión que describa nuestra realidad…[8] ¿Cuántos cantantes extranjeros vienen aquí y nos agitan, sólo para dejarnos más vacíos que nunca cuando se van? ¿Y no es cierto que nuestros programas de radio y televisión rara vez fomentan la creatividad de nuestros artistas? Que nuestra preocupación fundamental sea que nuestro propio arte esté profundamente arraigado en el espíritu chileno para que cuando cantemos -sea mal o bien- expresemos alegrías y dolores genuinos, alegrías y dolores que son nuestros.”

Himno Nacional de Chile

“Un pueblo unido jamás será vencido”. Estas fueron las palabras que aglutinaron un movimiento de la canción que arrasó en Chile y trajo consigo el primer gobierno socialista elegido democráticamente. Este movimiento, conocido como La Nueva Canción, tuvo sus raíces en Argentina durante la dictadura de Juan Perón, cuando artistas como Atahualpa Yupanqui y Mercedes Sosa trabajaron para reivindicar la música tradicional de su país. La conocida folclorista chilena Violeta Parra trajo estas canciones a Chile.

Jara nació en 1932 en un pequeño pueblo a ochenta kilómetros al sur de Santiago, la capital de Chile. El pueblo y todas las tierras circundantes pertenecían a una finca -de una sola familia- en la que sus padres eran jornaleros. Para sobrevivir, las familias campesinas tenían que trabajar muchas horas. Jara recordaba estar tumbado en el suelo mirando las estrellas mientras los hombres trabajaban y su madre tocaba la guitarra y cantaba, transmitiéndole la música folclórica de su país.

Me conmueve cada vez más lo que veo a mi alrededor… la pobreza de mi propio país, de América Latina y de otros países del mundo. He visto con mis propios ojos … la desintegración que la guerra provoca en los seres humanos …