Horno industrial
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Diagrama de la página 189 del volumen de 1922 La ciencia de las cosas comunes que representa un horno de calefacción doméstica. Las flechas muestran el flujo de aire a través del horno y las etiquetas indican los componentes del horno y las etapas del proceso de calentamiento.
La Ciencia de las Cosas Comunes es un libro de texto de nivel de secundaria/bachillerato sobre ciencia con temas que incluyen el aire; los alimentos; el agua; el clima; el fuego; la calefacción, la iluminación y la electricidad en los hogares; la ropa y los organismos microscópicos. Comienza con un prólogo para el profesor y el contenido posterior incluye proyectos y experimentos científicos. Al final del libro se incluye una bibliografía de libros infantiles sobre ciencia, así como una lista del material necesario para la enseñanza del texto. A lo largo del texto se pueden encontrar diagramas e ilustraciones científicas, incluyendo reproducciones fotográficas impresas de estudiantes realizando experimentos y montajes de equipos de laboratorio para experimentos.
Horno – wikipedia
Hoy nuestros expertos en calefacción de Five Star Heating & Cooling Group nos llevan a través de la historia del horno moderno. Desde el principio de los tiempos, mantenerse caliente siempre ha sido un medio para la supervivencia humana. Así que vamos a sumergirnos en ella y descubrir cómo logramos el confort óptimo al que llegamos a casa a diario.
Cuando los romanos necesitaban una forma de mantenerse calientes, se inventó el primer concepto de radiador, llamado hipocausto. El hipocausto ayudaba a calentar zonas a través de espacios huecos en el suelo por los que pasaba el calor para calentar determinadas zonas de la casa. Más tarde, en 1855, el primer radiador moderno fue desarrollado por Frans San Galli. A raíz de este asombroso descubrimiento, Dave Lennox quiso mejorar la calefacción de los hogares profundizando en el desarrollo de la creación de Galli mediante la creación de un radiador de hierro fundido con combustión de carbón. Para proporcionar calor en aquella época, estos equipos se colocaban en los sótanos de las casas y enviaban el calor hacia arriba para calentar las habitaciones superiores.
“El padre de la industria de la calefacción eléctrica”, también conocido como Albert Marsh, hizo un gran avance al desarrollar la calefacción eléctrica. En 1905, el metalúrgico descubrió que ciertos metales contenían cromo, lo que allanó el camino para que Marsh creara un elemento calefactor mucho más resistente que otros equipos de calefacción diseñados en aquella época. La invención del calor eléctrico permitía que las corrientes eléctricas atravesaran el elemento calefactor, lo que convertía la electricidad en calor y aún hoy se utiliza en los hornos.
Sección de convección de un horno
En los años que siguieron a la Guerra Civil, los hombres del ferrocarril, los promotores inmobiliarios y los especuladores se trasladaron a Jones Valley para aprovechar los ricos recursos minerales de la zona. Todos los ingredientes necesarios para fabricar hierro se encontraban en un radio de treinta millas. Las vetas de mineral de hierro se extendían a lo largo de 25 millas a través de Red Mountain, el límite sureste de Jones Valley. Al norte y al oeste había abundantes depósitos de carbón, mientras que la piedra caliza, la dolomita y la arcilla subyacían en el propio valle. En 1871, empresarios del sur fundaron una nueva ciudad llamada Birmingham y comenzaron la explotación sistemática de sus minerales.
Uno de estos hombres fue el coronel James Withers Sloss, un comerciante y ferroviario del norte de Alabama. El coronel Sloss desempeñó un papel importante en la fundación de la ciudad al convencer al ferrocarril L&N de que capitalizara la finalización de la línea ferroviaria del Sur y del Norte a través del valle de Jones, el emplazamiento de la nueva ciudad. En 1880, habiendo ayudado a formar la Pratt Coke and Coal Company, que extrajo y vendió el primer carbón de coque de alta calidad de Birmingham, fundó la Sloss Furnace Company, y dos años más tarde “sopló” el segundo alto horno de Birmingham.
¿Cuándo se inventaron los hornos?
Una de las necesidades humanas más básicas es el calor, y desde el principio de los tiempos, las personas han buscado formas de mantenerse calientes y seguras en condiciones climáticas adversas. Pero no siempre hemos tenido la comodidad de los sistemas de calefacción, como los hornos y los calentadores eléctricos.
1.900.000 a.C.: Los arqueólogos creen que en esta época se empezó a utilizar el fuego de forma controlada: crearon fuegos centrales en las viviendas que tenían aberturas en el techo para que saliera el humo.
2500 a.C.: Los griegos de la antigua Roma desarrollaron la calefacción central mediante calor radiante; algunos edificios, baños y casas de clase alta tenían hornos hipocausales que calentaban espacios vacíos bajo el suelo que se conectaban a tuberías en las paredes. Diferentes culturas, como la coreana y algunas comunidades musulmanas, también desarrollaron hornos similares.
1000 a.C.: Un pastor de cabras en el monte Parnaso, en la antigua Grecia, descubre una llama que surge de una grieta en la tierra. Esta llama se crea en realidad a partir del gas natural que se filtra desde la superficie y que había sido encendido por un rayo. Los antiguos griegos construyen un templo donde el Oráculo de Delfos emite profecías guiadas por esta llama divina.